Un buen día comienza temprano y esa mañana no se porque milagro de la madre naturaleza Don Cris se asomo por su puerta , oportunidad única , improbable e irrepetible para aforrarle un palo en la cabeza y pedirle me acompañara al centro de Coquimbo . Todo le pareció sumamente sospechoso pero el aturdimiento matutino felizmente jugo a mi favor.
Mientras las viejas me tramitaban en el lúgubre banco, el paseaba de lo lindo por los contrastados y luminosos rincones del puerto, celular en mano fotografiando como nunca antes se le vio y tal vez tampoco se le vuelva a ver... pero lo que para mi fue una productiva mañana de fotos y quehaceres, para Cris fue el día mas largo del año.
Un suculento Subway en el terminal y partimos ya insolados por bloqueadores , toallas , gorros y guantes para rematar la cosecha en la playa con el amigo Peluca Romer, quien nos deleito con sus filibusteras hazañas ...y así colorin colorado el cuento de la concha y su hermana pelirroja se ha acabado.

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